Para el concurso del circulo de escritores.
Ramona pedía limosna con su bebé en brazos. Era Nochebuena,
pero la gente no estaba siendo generosa. Tendría que regresar a casa sin dinero y, con
suerte, Cipriano solo la pegaría a ella.
Papa Noel se le acercó. Los deseos se cumplen, solo tienes
que creer en ellos, le dijo. Ramona fue a contestarle, pero él ya había
desaparecido. A lo lejos divisó como
Cipriano la buscaba. Ahora o nunca, se dijo. Sujetando al niño con fuerza, se
echó a correr en dirección contraria.
Al doblar la esquina miró hacia el cielo. Desde su trineo, Papa
Noel le sonreía..
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