viernes, 8 de mayo de 2015

La búsqueda


El motivo que me dio el cliente para querer descender la sima, a pesar de ser una leyenda popular,  me pareció un tanto irracional: en su fondo se encontraba el infierno. El tipo, un hombrecillo delgado y extraño, pagaba bien, así que preferí callar.
Preparé todo para el descenso: los anclajes*, las cuerdas con sus nudos de seguridad, los mosquetones los espits los descendedores...  Sujeté al hombre a mi cuerpo mediante un cabo de anclaje, le enfundé un casco protector con una potente  luz e iniciamos el descenso. El perímetro del pozo era suficiente para que los dos pudiéramos encajar bien nuestros cuerpos y teniendo en cuenta que el hombre parecía saber manejar el descendedor, calculé que llegaríamos al fondo en un par de  horas, eso sin contar que no sabía las cantidad de fraccionamientos* que tendría que realizar.
El hombre no hablaba, solo atendía a mis explicaciones.  Tampoco  parecía tener ningún interés en las estalactitas que había en algunas oquedades. No fue hasta que un murciélago rozó su cabeza que salió de su mutismo.
— Bonito animal. Y fácil para convivir –dijo.
Ante mi extrañeza, se explicó:
—Verás, la leyenda es cierta. El infierno comienza aquí. A veces, salgo a la superficie en busca de ideas nuevas. Vosotros, los humanos, sois una fuente inagotable de maldades. Siempre estáis perfeccionando. Yo observo y me divierto pensando que vuestras fechorías me las atribuís a mí.
— ¿Para que me necesitas a mi? —Me atreví a preguntar. Sentí que el  rostro se me ponía lívido.
—Soy viejo y a veces se me olvida el camino. Pero mira, aquella excéntrica* es la que me indica que ya estoy cerca. Es mejor que tú te quedes aquí y emprendas el regreso.

Entonces se quitó el amarre que le ataba a mí, cortó su cuerda con una navaja y se dejó caer. Un penetrante olor a azufre inundó mis fosas nasales.

10 comentarios:

  1. Muy bueno! me gusta! y por cierto, ¿cómo has hecho esa fotito?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Gracias, compi!
      La foto está hecha con photoshop, pero no la he hecho yo. Antes participaba en una página que se llama Extravaganzia, era de concursos de relatos. Cuando un texto ganaba la administradora hacía esto. Bueno, este texto no ganó, se quedó tercero. Antes hacían esto a los tres primeros relatos ganadores, luego solo al primero si no se llegaban a veinte participantes. Le llamaban vitrinas. Si te fijas, en el relato del puente también tengo una. Ese sí que ganó.
      ¡Jo, en Extravaganzia se aprendía muchísimo! ¡Te hubiera gustado!

      Eliminar
  2. Ah....mira vos...pero sigue en activo esa página?????
    Por cierto, me he copiado de tí con lo del chivato ese, que me llamó la atención, y dí con él en internet y lo puse. Ahora, tú crees que es fiable? ayer me apareció uno de California leyendo un texto de Caperucita!!!!!!!!! jajajajajaja

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues si no hay un milagro supongo que este mes desaparecerá.
      Lo de California es verdad, pero son los robots de Google, jajajaja. Yo tenía muchos visitantes de Mountain Wiew o algo asíy busqué que había en esa ciudad. Resulta que las empresas de Google, Facebook y no sé cuantas más, están ahí. Solo tuve que sumar dos y dos, jajajaja.

      Eliminar
  3. jajajajajja.....nooooooooooooooo, y yo tan contento con mi lector guiri!!!!!!!

    ResponderEliminar
  4. Jajajaja. Oye, que igual estoy equivocada. ¡Nunca se sabe!

    ResponderEliminar
  5. No te conocía esa forma de contar. Me gustan las fabulas que su principal característica es que te dejan pensando sin dirección coordinada.

    ResponderEliminar
  6. Bueno, es que hace mucho que no nos leiamos. Todo evoluciona, hasta la manera de contar.
    Un besico.

    ResponderEliminar

Tus comentarios son siempre bienvenidos